El Silicon Valley madrileño aglutina a un conjunto
de emprendedores que tienen claro que aquí no es imposible triunfar,
pero reivindican que nuestro país tome nota del barrio californiano, en
el que los emprendedores son casi héroes
Hay quienes, a pesar del oscuro paisaje económico, sí divisan
aquellos brotes verdes de los que hace ya tiempo hablaba la exministra Salgado.
Son jóvenes emprendedores,
una especie en peligro de extinción en España pero que, precisamente por ello,
tiene claro que abandonar el país en busca de un futuro mejor no debe ser su
mejor alternativa. Quieren quedarse en España y crecer para establecer las
bases de un sistema en el que emprender
sea sinónimo de éxito.
En
el madrileño barrio de Chamberí se
estableció hace algún tiempo este esperanzador foco de talentos que no solo
luchan por sus proyectos, sino que ya han triunfado -y mucho- con ellos. Su
«núcleo duro», un grupo de jóvenes empresarios, decidió crear Chamberí Valley, una
especie de Silicon Valley más que castizo y que, si en algo puede parecerse al
«valle del silicio», es el empeño y la creencia de sus miembros de que pueden
ser los mejores. No ha tenido que pasar mucho tiempo para que Chamberí Valley
haya logrado convertirse en un gran invernadero de compañías de base tecnológica que deben gran
parte de su triunfo a la cooperación.
«Chamberí
Valley es una comunidad construída por emprendedores con el objeto de ayudarse
entre ellos». Así define el sistema María Fanjul, CEO de la compañía Entradas.com
y una de las cabezas pensantes de este proyecto. «Entre nuestros retos se
encuentran lidiar con los problemas de una empresa que se hace adulta, como la
apertura de nuevos mercados, contratación, retención del talento...». Además,
María deja claro que Chamberí Valley «no busca dinero, sino experiencias. Queremos
contactar con personas que han superado con éxito los problemas a los que
nosotros nos enfrentamos». Miguel
Arias es otro de los cerebros de esta cuna de emprendedores y
CTO de IMASTE, el proveedor
para el desarrollo de ferias y eventos virtuales más importante en Europa. Para
él, «Chamberí Valley es networking de alta calidad. Si un miembro del grupo
tiene un buen contacto con un fondo de inversión, se lo presentará a otro
porque confía en él. Lo mismo ocurre con abogados, proveedores e incluso
clientes cruzados....se trata de facilitarnos los retos del emprendimiento».
Un
requisito para formar parte de este vivero de empresas es haber facturado un
millón de euros o tener más de esta cantidad como inversión. Según cuenta Iñaki Arredondo,
co-fundador y CEO de Madpixel
y co-fundador de The
Mad Video, «cuando creamos este proyecto nos dimos cuenta de que había
muchos foros para emprendedores que empiezan, pero no para empresas más
consolidadas, con ciertos años y facturación a sus espaldas». Es por ello por
lo que dicha condición sirve, según Arias, «para distinguir entre proyectos de
nueva creación, que tienen unos retos determinados y proyectos en fase de consolidación
y crecimiento, con retos diferentes». Para el creador de Coches.com y otro de los
creadores de este proyecto, Iñaki
Arrola, solo una palabra define la filosofía sobre la que
pone sus cimientos Chamberí Valley: «Apoyo».
«En España no toleramos el fracaso»
El
nombre de este proyecto hace que las comparaciones con Silicon Valley sean
inevitables. Para Arrola, entre Chamberí y el barrio californiano «son casi
todo diferencias, pues no tenemos que ser iguales que ellos. Lo que buscamos es
concentración de proyectos y la aportación a un ecosistema emprendedor que en España es
necesario desarrollar». Así lo corrobora también Iñaki Arredondo, quien
considera que «la diferencia entre ambos es el ecosistema, la necesidad de un
ambiente para que los nuevos negocios prosperen, todos los actores estén
implicados».
No
en vano, la CEO
de Entradas.com apunta que, a pesar de las diferencias, «la mentalidad española tiene grandes
ventajas que se asocian al éxito de Silicon Valley: somos
innovadores, trabajamos bien en equipo y tenemos capacidad de reacción». No
obstante, considera que el gran problema de nuestro país es que «los
emprendedores tienen miedo al fracaso, no piensan en grande y no se les
reconoce socialmente, mientras que en
Silicon Valley el emprendedor es un generador de empleo y
riqueza, y es por ello admirado y protegido». Esta es, precisamente, la idea
que destaca Javier Andrés,
fundador de Ticketea.com,
un portal de compra-venta de entradas en el que las redes sociales son el eje
principal. «En Silicon Valley tienen la creencia de que tanto el emprendedor
como el inversor van a cambiar el mundo».
«En Silicon Valley, el emprendedor es admirado y protegido»
Todos ellos coinciden en que emprender en España no es
precisamente fácil, pero a todos les caracteriza el hecho de tener unas
inmensas ganas de cambiar un país que creen puede llegar a ser la cuna de grandes empresarios.
«Emprender no es sencillo -comenta Javier- encontramos muchas barreras para
acceder a la financiación, atraer a un equipo con talento... además, hay cosas
que te pueden echar para atrás, como la poca tolerancia al fracaso que tenemos
en España, donde el riesgo reputacional influye mucho».
El
creador de IMASTE, por su parte, piensa que «recrear el ecosistema de Silicon
Valley no sería fácil en España, pues tiene una serie de factores que nosotros
no tenemos, como la financiación sin aversión al riesgo, universidades tecnológicas de
alto prestigio...». Sin embargo, se muestra optimista al asegurar que «Madrid y
España están cambiando, pues cada
vez hay más gente que arriesga para montar sus proyectos».
Iñaki Arraedondo apoya su idea: «No todo es blanco o negro, en España cada vez
hay más apoyo mútuo, pero falta ecosistema y apoyo al espíritu emprendedor. No hace falta irse a Silicon Valley
para triunfar, pero hay detalles en España, como los pagos a
90 días o más, que no son comprensibles ni aceptables»
Las
empresas de este núcleo duro de Chamberí no son solo ejemplo de ganas y
superación, sino de un éxito y
triunfo que a algunos les ha llevado mucho más allá de
nuestras fronteras. Un ejemplo son MadPixel
y The Mad Video, de Iñaki Arraedondo y Koldo García, este
último afincado en Silicon Valley para encargarse de la parte más
«internacional» del negocio. IMASTE,
por su parte, es toda una referencia europea en la preapración de eventos
virtuales y acaba de llegar a un importante acuerdo con ON24, con sede también
en California.
«Frágiles, pero valientes y necesarios»
Es
precisamente por esta confianza en el sistema por lo que los miembros de
Chamberí Valley han promovido un manifesto en el que dejan constancia de su
creencia en el futuro de España. En él afirman, entre otras cosas, que «la
posibilidad de fracaso no nos detiene», y proponen tres líneas de actuación para potenciar la creación de empresas:
fomento y canalización de la inversión, gestión del talento y creación de un
mercado que favorezca el nacimiento y desarrollo de nuevos negocios. «Con mucho
trabajo, esfuerzo, talento y un punto de suerte es posible crear proyectos con
mentalidad internacional. La
tecnología y las ideas españolas no tienen nada que envidar al
resto del mundo». «Sabemos del talento y las capacidades de España, pero para
eso tiene que haber una apuesta clara por un cambio de modelo productivo»,
afirma Arraedondo.
Los
creadores de Chamberí Valley coinciden en que el miedo al fracaso es la principal barrera a la
hora de lanzarse a emprender en España. Además, creen que nuestro actual modelo
educativo no está preparado para generar emprendedores.Según Iñaki Arrola, «es
necesario crear una cultura del esfuerzo. En el colegio se enseñan pocos
ejemplos de cómo ganarse la vida por uno mismo». Para María, por su parte, «en
las clases se da demasiada teoría sin fomentar el debate y se juzga al que hace
las cosas de manera distinta». «Silicon Valley nació de la Universidad de
Stanford uniendo educación, talento, ideas y capital».
¿Necesitamos ser Silicon Valley?
Los
innovadores de Chamberí Valley saben que España necesita con urgencia un cambio de cultura.
«En España nos faltan ejemplos en la sociedad de gente a la que nos queramos
parecer. Aquí, desgraciadamente, esos ejemplos solo son deportistas. Siempre
repito una frase y es que, desgraciadamente, en España la muerte de Steve Jobs y la película "La Red Social"
han hecho más por la cultura emprendedora que cualquier otra cosa», considera
Arrola.
Para
el creador de Ticketea.com, en España podrían conseguirse los mismos logros que
en el barrio californiano, aunque reconoce que «es impresionante ver como en
Silicon Valley se unen todos los factores para emprender: el cerebro, a través
de la Universidad,
el corazón, mediante los fondos de capital riesgo, los músculos, representados
por las empresas que allí trabajan y el alma, que son los emprendedores que quieren cambiar el mundo».
Aunque su compañero, Iñaki Arredondo, deja un mensaje de esperanza: «incluso en
España, "imposible is nothing"».
Fuente: ABC
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