Google AdWords es el
programa que utiliza Google para hacer publicidad
patrocinada. Son anuncios que se muestran en la parte superior y el lateral
derecho en los resultados de la búsqueda del usuario. Además del buscador
Google, AdWords también aparece en las webs patrocinadas por AdSense, si el
contenido de las mismas se relaciona con el de la web del cliente, esta
orientación de anuncios es lo que se llama Red de display de Google.
Los anunciantes pagan a Google por cada clic que un usuario realiza en su anuncio. Es el
modelo de negocio conocido como Pago
por clic (o PPC). El precio
de cada clic no es fijo sino que se establece mediante subasta, por tanto depende de la
oferta y la demanda: los anunciantes pueden pujar para aparecer en cualquier
resultado de búsqueda de Google indicando el coste por clic máximo que están
dispuestos a pagar. Cuantos más deseen pujar por aparecer en los mismos
resultados, más tendrán que estar dispuestos a pagar para aparecer los
primeros. Así, existen desde anunciantes que han pagado 0.03 dólares por clic
hasta anunciantes que han pagado 54 dólares por clic. (Fuente Wikipedia)
Caso práctico de lo que nunca se debe hacer en Internet.
O como no
promocionar tu web o tu negocio en Google Adwords. O que cosas debes de revisar
antes de hacer una campaña publicitaria en Internet.
Comenzaré con un ejemplo sobre lo que pretendo que
entendáis acerca de lo que supone estar en Internet, porque como sabréis,
Internet es un escaparate, el mayor
del mundo. Imaginad que un día por la calle alguien os da un folleto
publicitario sobre un restaurante cuya proposición es:
Un lujo a tu alcance. Disfruta de un menú
para dos personas por solo
20 euros en un lugar encantador, a base de
marisco de primera.
Los lunes de 13
a 16 horas.
Nos sorprende y agrada el mensaje
así que decidimos ir a disfrutar de la promoción que nos hacen. Y vamos. Cuando
entramos por la puerta nos damos cuenta de que el local es un poco anticuado,
está bastante sucio y el que parece ser el camarero (pues está detrás de la
barra), lleva el pelo alborotado, barba descuidada, la camisa abierta sin los 3
botones de la parte superior (emerge una cruz de oro de su peludo pecho) y no
para de gritar a alguien de la cocina.
Nuestra acción inmediata, al
menos para la mayoría de los mortales, sería darnos la vuelta e irnos a
cualquier otro lugar, pues visto lo visto, quizás sea mejor no probar su
marisco (si el salón está sucio ¿como estará la cocina?, pensarán muchos).
Esto es lo que os quiero
trasmitir. No basta con hacer una campaña
publicitaria. Antes, mucho antes, tenemos que analizar si nuestro negocio
(o nuestra web) cumple las expectativas que esperan nuestros clientes o
posibles clientes. Si nuestro escaparate es el adecuado. En principio, no es
necesario ser ningún vidente ni especialista reputado para darnos cuenta de que
en este restaurante muchas cosas fallan, empezando por la visión del dueño que
vive de espaldas a la realidad.
En un restaurante debe primar la limpieza por encima de todo, seguida de
un trato exquisito a la clientela y unas maneras de actuar acordes con esto. Al
menos ese es el mensaje que debemos de transmitir a nuestros clientes. Que es
un lugar exquisitamente limpio,
ordenado, correcto, con buena cocina y un servicio de atención al cliente
rápido y correcto. Esta es la base de cualquier negocio de restauración. Si
todo esto se cumple, quizás podamos pasar a la segunda fase: realizar una
campaña publicitaria.
Realizar una campaña publicitaria requiere invertir dinero y por ello debemos de
tener cierta certeza de que servirá para algo. Si el restaurante del ejemplo
hubiese sido todo lo contrario a lo que era, la campaña de folletos seguramente
le hubiese servido para atraer nueva clientela al local o para llenarlo en los
momentos que más vacío está y así rentabilizar ese espacio-tiempo.
En Internet, ocurre lo mismo. Si no disponemos de una web atractiva al usuario, difícilmente
podremos conseguir que nos visite o se interese por nosotros. Si además, el
apartado donde puedes hacer las reservas
no te redirecciona a la página de reservas, algo estamos haciendo mal y debemos
corregirlo lo antes posible, porque si no, la inversión publicitaria no tiene
sentido y estamos perdiendo dinero.
Eso es lo que pasa en el ejemplo
que recojo en las imágenes que pongo a continuación. La web de este restaurante
está un poco anticuada (la música creo que sobra), pero lo peor de todo es que
el apartado RESERVAS te lleva a otra página que no es de la empresa, con el
encabezado “Seguro coche, reservas online, …”.
El impacto publicitario no es el
adecuado. Creo que podría rentabilizar mucho mejor su negocio. La palabra “restaurantes en Murcia” ronda los 0,40 euros
aproximadamente (va variando). Eso implica que a una media de entre 50-100 clics
sobre el anuncio este restaurante está
invirtiendo cada día
0,40 € x 50 clics x
30 días = 600 euros mes/mínimo
¿Y cuantas reservas obtiene?
Bueno, eso habría que preguntarlo al dueño, pero me da a mí que son pocas.
En este caso concreto, conozco el
restaurante y se que es uno de los mejores de Murcia, pero es una pena que no
sepan trasladar ese concepto a Internet.
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